HE VUELTO DESPUES DE UN AÑO
He vuelto después de muchísimo tiempo, pero es que tengo ganas de comentar cosas. Por ejemplo ¿en Gernika existe la cultura? ¿la música?, ¿alguien tiene interés en todo esto? ¿o sólo en beber y en hacer el bobo?
He vuelto después de muchísimo tiempo, pero es que tengo ganas de comentar cosas. Por ejemplo ¿en Gernika existe la cultura? ¿la música?, ¿alguien tiene interés en todo esto? ¿o sólo en beber y en hacer el bobo?
Este fin de semana estoy contento. Por fin veo una película que me gusta. Por fin me emociono viendo una historia. Se trata de FRÁGIL, la película de Juanma Bajo Ulloa, ese director con pinta de macarra que es mas sensible que un ala de mariposa. Hay que estar muy pendiente para conseguir ver esta película. En el cine es imposible. Probablemente habrá durado unos cuantos días. Quizás menos de una semana. Con lo que el único recurso que te queda es el DVD. Con lo que pierdes un 70 % de la película. Esos colores tan luminosos. Gracias a Dios, Juanma apartó de su vista EL CAPITAN TRUENO. No dudo que hubiese sido una película magnífica. Pero a mí no me interesa. A mi me interesan los personajes. Los perdedores y los ganadores. Me interesan todos. Y entre todos los temas, el amor. El amor verdadero, no el de los anuncios de televisión. Sensacional la película, la volveré a ver esta noche. Es lo mejor que puedo hacer.
Por aquí sigo haciendo lo e siempre. Ayer después de un día tremebundo, curro, niños, escuela, mujer, médicos, entrenamientos, coche, vueltas de aquí par allás, etc..., resulta que cuando llegan las diez de la noche para descansar y demás, resulta que ¡oh la la¡ OPERACIÓN TRIUNFO. Consecuencia, a la cama a toda leche a leer el suplemento de EL PAIS de hace 2 semanas. Deprimente. Y encima desvelado.
Hoy me he leventado con la necesidad de abrir el blog y escribir algo en el. Algo tan entusiasmante como que estoy ahora mismo en la oficina. Algo tan estimulante como que estaré aquí hasta las tres de la tarde. Algo tan reconfortante como que ahora mismo me gustaría estar tumbado en el sofá de mi casa sin que nadie me moleste, sin que nadie me hable, sin hablar a nadie.